23.9.09

Mis momentos cojonudos del cine (I)

Inauguro una nueva serie/sección/etiqueta del blog (aún no lo tengo claro) donde iré depositando mis momentos cojonudos del cine. Con "momentos cojonudos" no tengo por qué referirme a las escenas memorables de todos los tiempos, sino a las secuencias, escenas, momentos o incluso detalles de cierta película que llamaron mi atención. Los iré posteando aquí para compartirlos con vosotros.

Comenzamos con un momento cojonudo de 'La delgada línea roja', la obra maestra de Terrence Malick. En realidad toda la película podría considerarse un momento cojonudo, pero para no crear polémica seleccionaré un par de ellos.

Guadalcanal, 1942. El ejército de los Estados Unidos se dispone a pararle los pies a los japoneses en esta isla del archipiélago de las Salomón, en el Pacífico. Los seres humanos no tienen mejor escenario donde dirimir estúpidamente sus diferencias que en pleno paraíso, donde la naturaleza vive en paz.

Terrence Malick confronta la belleza natural de este paraíso con el hombre que llega allí con su absurda violencia, tan capaz de destrozar al enemigo con sus fuegos de artificio que de sorprenderse como un niño con las maravillas que le depara una isla. Un soldado estadounidense, en este caso un chaval de no más de 18 años, en mitad del fragor de la batalla, se detiene ante una inocente planta.



El chaval pasa su dedo por la hoja de la planta y ésta se cierra estremeciéndose, como atrapando a su presa o defendiéndose de su enemigo.







Malick tiene una capacidad increíble para pasar de lo más grande a lo más pequeño, de lo más grave a los más inocente, en tan sólo un corte, sin apenas transición. Este momento enmarcado en ese contexto, como tantos otros detalles en esta película, me puso los pelos de punta.

Próximamente, más momentos cojonudos.

0 comentarios: