21.10.08

"A pleno sol", todos somos Tom Ripley

Con una Nouvelle Vague en pleno proceso de ambiciosa renovación de las convenciones cinematográficas, René Clément se atrevió en 1960 a adaptar la archiconocida novela de la escritora estadounidense Patricia Highsmith El talento de Mr. Ripley, dejando a un lado la pretenciosidad cahierista, abrazando con sincera nostalgia el clasicismo del género thriller.



La película es una historia de suplantación de la identidad llevada a cabo por Tom Ripley, encarnado por un joven Alain Delon. Ripley, en su ansia por conseguir el dinero que conseguiría con la muerte de su amigo Philippe Greenleaf, decide consumar su crimen en una alucinante y perturbadora escena en un barco en alta mar. A partir de aquí, Clément nos narra con pulso firme las tretas del asesino y los momentos de extrema tensión donde deberá mostrar su sangre fría para ocultar su engaño a familiares, al personal del hotel donde se hospeda y a la Policía.

A este respecto, la continua sensación de riesgo que vive el protagonista en su temor por ser descubierto hace que el espectador se sorprenda a sí mismo empatizando con él en todo momento. Clément juega con nuestros deseos diabólicamente, nos pone en el papel de Ripley, mantenemos la respiración en sus momentos más decisivos. Consigue que hagamos de Ripley la encarnación de nuestro lado perverso. Y para ello engrana de forma eficaz un ritmo y una puesta de escena en la trama que cuenta. El mejor Hitchcock asoma en cada secuencia, en cada silencio de los personajes, en cada primer plano angustiante, que contribuyen a acrecentar esa sensación de riesgo al que hacía referencia.

A todo esto ayuda la música del genial Nino Rota y una factura técnica sin casi ningún atisbo Nouvelle Vague y precisa en su contribución a mantener la tensión en cada segundo. La película sirvió también para la consagración como mito erótico de Alain Delon.

Muy recomendable.

6.10.08

Bien

Esta semana me enfrento a la recta final del rodaje, si se puede llamar así, de mi suicidio como aspirante a cineasta o quizá braguetazo final que me abrirá las puertas del... En fin, se trata de "La plaga", un falso documental que no dejará a nadie indiferente. El domingo por la noche pondré el punto final del tortuoso montaje. Después, la guerra.

Otra cosa, los usuarios de Google Chrome habrán observado que mi blog se convierte en un estropicio al abrirlo con ese navegador. Mis disculpas a todos ellos, trataré de arreglarlo lo antes posible.