10.12.08

Ciro Altabás

Ciro Altabás encarna a la perfección el ideal que tengo del perfecto cortometrajista. Por un lado, tenemos a un chaval de treinta añazos de una imaginación desbordante, friki hasta la médula, largamente instruido en el mundo de los videojuegos, de una concepción tremendamente geek de nuestro mundo. Y por otro lado tenemos a un tipo con una soltura increíble para narrar historias con la cámara, como ya demostró con 'DVD', un corto que barrió en medio centenar de festivales. Además Ciro es un señor que no se despeina haciendo un corto en 35 mm y luego tirando de cámara semiprofesional para narrar la última locura que se le ha ocurrido.

Lo que más me gusta de este cortometrajista es que mientras otros, en su afán por trascender, realizan ejercicios pretenciosos y pedantes de cine, Ciro se lo pasa bomba narrando historias desenfadadas, con personajes descojonantes, usando un montaje trepidante, luminoso, colorido.

Ya hablé un pelín de 'Hobby' en este post, del rato tan descacharrantemente geek que presenciaron mis ojos. Para colmo tuve la oportunidad de ver en sesión doble el anterior corto que realizó, 'Made in Japan', sobre un tipo (él mismo) que va a Japón a tirar la basura y a conocer a su verdadero padre. Creo que sobran las palabras:



Si visitáis su web podréis ver casi todo lo que ha hecho hasta ahora. Mención especial para 'Phobia', su trabajo más antiguo disponible en la red, un originalísimo repaso por las fobias más disparatadas, y 'DVD', su obra más premiada hasta el momento, un cortometraje que hundió mi moral de lo jodidamente fresco, ingenioso y divertido que es.

Hace poco más de una semana el bueno de Ciro puso entre nosotros su último trabajo, 'Manual práctico del amigo imaginario'. Es su demostración definitiva de que este tío tiene un futuro muy prometedor en el mundo del cine.



El día que proyectaron 'Hobby' en el Festival de Cine de Málaga, Ciro estaba nervioso como un flan, como si fuera la primera vez que se ponía delante de una multitud. Hablaba de forma tímida, muy humilde, y el aplauso que recibió al final de la proyección la recibió con una mirada como preguntándose qué hacían casi 100 personas aplaudiéndole durante un minuto y pico. Es un chico cuya única meta en esta vida es hacer lo que más le gusta, sin más pretensión que hacerlo cada vez mejor y más grande, que acoge sin arrogancia la admiración por su talento (cuántos deberían aprender de ti, Ciro, cuántos). Sin ambages, con una sinceridad certera, y sin dejar de cultivar lo que alimenta su imaginación, el frikismo.

Lo dicho, lo más cercano que he visto hasta ahora a mi ideal de perfecto cortometrajista.

0 comentarios: