13.3.08

Por qué el Chiki-Chiki NO es la canción perfecta para Eurovisión

Permítanme hoy este momento "mamá, quiero salir en Menéame" para responder a este post, en el que se exponen una serie de razones por las cuales el Chiki-Chiki debe ir a Eurovisión. Estos son mis humildes argumentos en contra.

1. La canción tuvo su gracia en su momento. Me parto el culo cuando la rememoramos en clase o con los colegas una noche. Es más, será una "seria" candidata a canción del verano, por lo que ninguna feria de pueblo o ciudad sureña se librará del Maikelyason o el Robocó. Pero ya está. En Belgrado, en mitad de los Balcanes, en un festival de Eurovisión en el que a la gente ni le va ni le viene lo que el Rey le dijera a Chávez, no tiene ni puta gracia. El "encanto" lo pierde por completo.

2. Es corta, pobre instrumentalmente, no tiene un mínimo de calidad técnica que al menos la salve del ridículo absoluto.

3. Que otros países lleven representantes frikis no quiere decir que tengamos que hacerlo nosotros.

4. La canción será alterada para no violar las reglas del concurso. Además, será alargada. Muy bien, una canción elegida "democráticamente" será alterada. Es como si ahora quitan al recién elegido Zapatero de la presidencia del gobierno y nos plantan a José Blanco. Con dos cojones. ¿Es esa la democracia que tanto proclamáis? Con tal de que sea ése y no otro el que nos represente, os bajáis los pantalones las veces que haga falta.

5. Si queremos reírnos del concurso, ¿no sería más elegante retirarse? ¿Por qué tenemos que liarla de esa manera?

6. Si hay algo que me moleste tanto como la espiral del silencio de las mayorías silenciosas, es el lamentable comportamiento de las minorías ruidosas. Hablo de los Menéame, Media Vida o Fresqui, comunidades cuyo esfuerzo por mantener y mejorar me parecen admirables y que constituyen una de mis principales medios de información, pero también donde la pluralidad, especialmente en la primera, ha sido aniquilada por una censura anónima que me hace recordar los tiempos más oscuros del franquismo. Y su apología recalcitrante del frikismo, del "me parto el culo a toda costa" anula cualquier intento de oposición. El panderetismo del siglo XXI es mucho más peligroso de lo que parece.

7. "Candidatos risibles e igualmente esperpénticos" eran gente como la Casa Azul, grupo que aunque no fuera la hostia, al menos su intención era la de llevar una canción festivalera y hacernos llevar unos pocos de puntos.

8. Nosotros nos reímos de Eurovisión y Eurovisión, y por consiguiente Europa, se reiría de nosotros en nuestra cara en caso de que ganase esa canción. Qué mejor manera de reventar por los aires la imagen de España que potenciando esta imagen chabacana de nuestra cultura. España debería ganar, a ver si eso nos sirve de escarmiento.

9.
En serio, ¿no tuvimos ya bastante con la jodida Macarena?

10.
Esta quizá otra razón más por la que pienso que la democracia se ha degradado hasta conviertirse en una verdadera mierda.

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